Vidas Paralelas

Por: Rafael Sedas 

En este mundo existen dos clases de personas las que tienen suerte y las que no. Las que tienen suerte, van por la vida disfrutando de aquellas cosas que el destino, el trabajo o la buena fortuna las han hecho poseedoras de felicidad y una vida llena de satisfacciones. Aquellas que no cuentan con la misma fortuna, van por la misma vida deseando tener lo de la otra persona y siempre volteándola a ver con egoísmo y porqué no, hasta con un poco de envidia.

A que viene todo esto y que tiene que ver con el futbol, preguntaran. Este fin de semana se viene aquel partido el cual nadie del mundo futbolístico y claro varios villamelones, jamás se perdería : El clásico español (no derby, ya que solo se llama así a encuentros entre clubes de la misma ciudad). Es el partido en donde todos quisiéramos estar, sea en el Bernabéu o en el Campo Nou, en las ramblas o en el paseo de la castellana, es un día en donde España entera se paraliza para observar a las máximas potencias del futbol elite.  Ver a Messi y a CR7 en su máximo nivel es una cosa que no muchos tienen el lujo de presenciar.

Por otro lado no muy lejano de la madre patria, esta el país de la bota. Conocedores de buen vino, excelente gastronomía, bellísimas mujeres y además de un futbol de altísima calidad que a muchos no agrada, también nos regalara un partido sublime: El derby de la Madonnina. 

Llamado así “la Madonnina” pero ser la virgen que posa en lo más alto de la catedral de Milán, siendo un símbolo para la ciudad de la moda italiana. Internazionale vs Milano es un partido plagado de figuras, lleno de historia y de muchísima tradición. A pesar de no pasar por su mejor momento, es un encuentro que ningún aficionado al futbol puede desprestigiar.

Hasta ahí el fin de semana pinta de maravilla, que más se puede pedir si no buen futbol; afortunados aquellos españoles e italianos que tienen estos partidos en su liga, en donde pueden observar en vivo el arte que se siembra en una alfombra llamada césped.

Después de deleitar la pupila viendo como Ronaldo se enfrenta a Piqué, como Pazzini esquiva rivales neroazzurri  y ver a Messi driblando a la defensa blanca, no nos queda más que regresar a nuestra realidad con el: Chivas-América, si señor!!!!!! Como no terminar un excelente fin con un platillo como este.

Ver como Layún cubre al Cubo Torres, como el excelente jugador y muy bien parecido Reynoso hace la danza del área en cada tiro de esquina tratando de taclear a cualquier jugador rival que pase en su mirada, no se ve ni en las mejores ligas del mundo. Caray que espectáculo, digo yo! Un show que incluye algo de drama (Van´t Schip tratando de comunicarse con sus jugadores),  un poco de suspenso (arbitraje estilo Chiquimarco o M.Morales), algo de ficción (el Cubo Torres fingiendo faltas) y algo de comedia (todo el América en si).

Que más quisiera el aficionado mexicano en tener partidos de la más alta calidad como los del viejo continente. Una liga que el ganador fuera aquel que acumule más puntos y una copa a un solo juego, sin duda serían dos grandes factores que harían al futbol mexicano más atractivo para la pupila del aficionado. Un claro ejemplo sucedió la semana pasada entre EL Correcaminos y los Xolos de Tijuana; cuando se juega al límite y sin conformismos todo cambia. Equipos tenemos, talento lo hay, pero no contamos con la fortuna de tener dirigentes que se enfoquen 100% en temas deportivos y como resultado tengamos partidos aburridos en donde el futbolista se conforma en pasar en la octava posición a la liguilla. El morbo es el principal factor de audiencia en este tipo de encuentros, como el que tendremos en el Azteca el próximo fin de semana. 

Mientras en Europa disfrutan de un fútbol de la más alta calidad, a nosotros no nos queda más que observar de lejitos y envidiar un poco de lo que tienen allá.  A lo único que doy gracias y eso, si la lluvia lo permite es a SKY o cualquier otro sistema que nos traiga buen futbol. Imagínense la vida con puro futbol mexicano, con pura Copa Mx y Liga de Ascenso….. no, no me lo quiero ni imaginar.